domingo, 29 de enero de 2012

DIFICULTAD PARA EYACULAR: UN ENFOQUE NUEVO

DIFICULTAD DE EYACULAR: UN ENFOQUE NUEVO

Por el Dr. Oscar Espino Corea
Urólogo y Médico Sexólogo
Enero 29, 2012
Managua, NICARAGUA


Existe suficiente evidencia científica que demuestra la importancia de la relación sexual en el desarrollo y la convivencia de una pareja. En mi práctica diaria he encontrado que uno de los factores que suele perturbar frecuentemente la vida sexual de una pareja de edad mayor es la dificultad del hombre para poder “terminar”. El cuadro lo describe Lucy de esta manera: “Mi esposo tiene 54 años y desde hace algún tiempo le cuesta eyacular el semen; después de casi una hora intentándolo sin resultados queda totalmente agotado. Creo que él ya no me quiere o ya no le gusto. Realmente los dos hemos perdido el interés en seguir teniendo relaciones”.

IMPACTO DE LA EDAD
Definitivamente ciertos detalles que no eran relevantes cuando estábamos jóvenes a medida que uno va avanzando en edad se van volviendo sutilmente importantes. Son los “días malos” de los que habla el Eclesiastés. Pero ¿cuáles son esos detalles?

La Motivación
Al realizar una encuesta de opinión con una cantidad de mis pacientes encontré que el impulso sexual se incrementa hasta en un 15% si hay una buena motivación, o sea, si se dispone de la preparación mental o del ánimo suficiente para ejecutar el sexo con interés y diligencia. Una de las formas que utilizan más frecuentemente los hombres de la tercera edad para motivarse es conseguir una pareja nueva preferentemente joven; pero bien podría ser un renovado interés por su propia esposa.

La erección del pene
La disminución de los niveles sanguíneos de la principal hormona masculina, la testosterona, golpea despiadadamente la condición viril al reducir paulatinamente el deseo sexual y con más énfasis la potencia de la erección del pene, con lo que definitivamente la pareja femenina al momento del acto sexual mira un órgano masculino “devaluado” que ha perdido sus dimensiones de antes y que le reduce a ella su capacidad orgásmica y su placer sexual.

ROZAMIENTO DISMINUIDO
La mecánica clásica establece que cuando dos superficies son puestas en contacto, el movimiento de una respecto a la otra al rozarse genera fuerzas de fricción. Ese coeficiente de rozamiento es sumamente importante durante el acto sexual. Al restregarse el pene en la vagina de la mujer estimula terminaciones nerviosas a lo largo de toda la piel del pene que envían información al sistema nervioso central que provocará el orgasmo masculino. Pero si la presión de roce es débil, no habrá mucho estímulo y el orgasmo y la eyaculación no llegarán, además de que exigirá mayor esfuerzo de fricción, lo que terminará agotando al hombre.





SUMA DE IMPOTENCIA Y FLOJEDAD
Una de las causas más comunes de dificultad para eyacular que he encontrado en mi práctica clínica ha sido la devastadora combinación del factor masculino de impotencia sexual con el factor femenino de vagina floja, que no permite que el pene quede suficientemente apretado para generar un coeficiente de rozamiento o fricción suficiente para estimular el orgasmo y la eyaculación. Esto explica la preferencia de muchos hombres maduros con impotencia leve que son la mayoría (76 %) por conseguir parejas sexuales entre muchachas jóvenes cercanas a los 20 años de edad y mejor si no han tenido partos vaginales. En algunos casos, la lubricación vaginal abundante puede agrandar el problema y algunos hombres se sienten más estimulados para eyacular al hacerle a su mujer el sexo anal, porque de esa manera se genera más fricción con poca lubricación.

ENFOQUE HOLÍSTICO
Uno de los mayores problemas en el manejo de esta disfunción sexual es que la explicación que dan ambos miembros de la pareja sobre las causas es frecuentemente prejuiciado y parcializado: la mujer afirma que el hombre está andropáusico en términos peyorativos o el hombre dice que la mujer ya no sirve. Pero el enfoque en medicina sexual actual debe estar dirigido a revisar la fisiología de la unidad pene-vagina, su pato-fisiología, manejo y tratamiento, además de detenerse un rato a estudiar otros factores como la depresión, la ansiedad y otras causas sico-patológicas, los problemas de relaciones interpersonales y la endocrinología del acto sexual.
Una buena cantidad de casos se resuelven mejorando la calidad de la erección utilizando medicamentos como sildenafil y tadalafil combinados con estimuladores sexuales dopaminérgicos como la cabergolina y la terapia de reemplazo con testosterona (TRT) utilizando undecanoato de testosterona. Y los ginecólogos pueden aportar mucho en el tratamiento quirúrgico vaginoplástico, el reemplazo hormonal con tibolona y medicación con sildenafil, bupropion, cabergolina o amantadina.

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